Gestión Del Cambio: El Valle De La Desesperación

06/12/2023
LLuís Matamala Consultor de GCE

Cuando diseñamos un cambio, buscamos una nueva manera de hacer las cosas para mejorar en la gestión de los procesos de negocio y recursos de una organización, y el éxito de dicho cambio depende de la bondad de la idea, su planificación y ejecución, y que las personas la asimilen estando dispuestas a abandonar el “status quo” .

Como indica la ciencia de la gestión del cambio, existen muchas probabilidades que antes de llegar a los niveles de productividad deseados, las personas pasen por una fase llamada el “ Valle de la desesperación”. Conocer qué es, porqué se produce, y cómo gestionarlo, nos ayudará a llevar a buen término el objetivo deseado.

¿Qué es el Valle de la desesperación y porqué se produce?

 

Es el momento de mayor resistencia que empieza cuando los equipos perciben el cambio inminente y se mantiene cuando empiezan a vivirlo porqué aflora en su pensamiento la sensación de pérdida de lo que tenían, o cómo lo hacían, la inestabilidad que entran en su zona de confort, las propias dudas de si serán capaces de desempeñar la nueva manera de hacer, y esa espiral crece y hasta en algunas personas dudar del futuro suyo en la propia empresa y/o de la propia organización. En definitiva, porqué sus pensamientos negativos superan a los positivos, y sus inquietudes a los propios recursos. Por tanto, su nivel de motivación desciende y su productividad seguro que decaerá, cuando hemos implantado los cambios para ser más productivos.

Aunque sea una fase prevista, como responsables del cambio no podemos permitir estar en ella mucho tiempo, ya que los efectos son dañinos para la credibilidad futura de la organización. Entonces la misión es minimizar los efectos del valle a través de las actividades que te propone la ciencia de la gestión del cambio.

No podemos cambiar lo que vivimos pero si como vivirlo

A continuación, dos aspectos claves para abordar esta situación.

 

1- Anticipar el duelo

 

Debemos ponernos en la piel de las personas, pensar cómo vivirán la situación y qué resistencias pondrán tanto a nivel emocional como práctico. Posteriormente, pensamos en mensajes para dar solución a las objeciones, y en los espacios de trabajo imprescindibles y previstos para la comunicación del proyecto, compartiremos con el equipo las sensaciones que viviremos y como las gestionaremos individual y colectivamente. Debemos tener paciencia, no solamente comprarán la coherencia de la idea, si no como les ayudaremos a vivirla.

En estas fases iniciales de comunicación, los mensajes estarán orientados a porqué necesitamos cambiar, que buscamos, que mejoras se producirán a nivel personal y de empresa, como te ayudará la organización, como puedes gestionar el proceso personal de cambio, …

Por tanto, estamos anticipando el duelo para provocar que la sensación de pérdida sea lo menos traumática posible

 

2- Acompañar

 

Todo y anticiparnos, cuando estemos en medio del cambio, afloran otra vez los pensamientos de sensación de pérdida en las personas, entonces debemos tener planificadas actividades para acompañarlos tanto en el aprendizaje técnico como en su estado emocional. ¡No los dejemos solos!

Es importante individualizar, cada persona lo vive a su manera en función de su naturaleza, su historia en la organización, y experiencias anteriores. Observaremos y escucharemos para retroalimentar de la manera más eficiente posible.

Por lo tanto en el valle de la desesperación, anticipar y acompañar.

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