Desarrollo Personal

06/12/2023
Lluís Matamala Consultor de Gestión del Cambio Empresarial

Laszlo Bock , Vicepresidente de RRHH de Google, en una entrevista en el  New York Times comentaba que “ El expediente académico no sirve de nada”, y después matizaba, “ como criterio de selección”, porque necesitamos gente que le guste averiguar cosas”.

A través de la interpretación de esta afirmación, el objetivo del artículo es ayudar a entender y combinar las áreas del “conocimiento o saber “ que necesita un profesional para poder desempeñar con éxito sus tareas tanto en la vida personal como profesional.

Cuando nos hacemos mayores y nos preocupamos por nuestro futuro y por nuestra integración en la  sociedad laboral, aprendemos  un oficio y/o cursamos  unos estudios, que nos aportarán  una técnica y/o conocimiento: sabemos de contabilidad, somos ingenieros o médicos, somos cocineros , carpinteros o mecánicos … Tener estos conocimientos con la máxima profundidad  es muy positivo  y necesario y cuantos más mejor. A todos nos han dicho alguna vez, el “saber no ocupa lugar”, pero para sacarle verdadero rendimiento a este conocimiento, necesitamos combinarlo con habilidades y actitudes.

 ¿Qué es una habilidad o “saber hacer”?

Habilidades como  saber explicar una idea, organizar tu tiempo, trabajar en equipo, tratar bien al cliente, saber escuchar, gestionar un conflicto, negociar, tener pensamiento crítico, capacidad aprendizaje, creatividad, etc.

¿Qué es una actitud o “sabe estar”?

Tener predisposición al cambio, control emocional, constancia, ser entusiasta, aceptar el error, tener tolerancia al no, etc.

Veamos unos ejemplos para entender la relación entre estos distintos conceptos del saber :

  • Eres una persona con experiencia y conocimientos en un sector concreto, y tienes una idea sobre un tema determinado:

Necesitas la habilidad de saber explicarla lo mejor posible para que se entienda y “ te la compren”

Necesitas la capacidad de gestionar el proyecto para su implantación. Posiblemente en el transcurso de la implantación surgirán reticencias, se producirán algunos errores, necesitarás tener tolerancia al error  y no caer en el desánimo

Si fallas en alguno de estos pasos, basados en diferentes habilidades y actitudes más que en el conocimiento , la probabilidad de que  te vuelvan a aceptar otra  idea disminuye.

¿Quién es uno de los principales beneficiados de poder desarrollar sus ideas? Uno mismo.

  • Eres una persona con predisposición, entusiasmo, ….  “pura energía”, tus actitudes son inmejorables, pero careces de la habilidad de organizar y planificar  tu tiempo para  seleccionar  dónde invertir esta energía …  tus resultados, no van a ser los mismos.
  • Un deportista con una técnica exquisita con el balón, pero que no interpreta la mejor solución para cada momento del partido, o que por el mínimo error se desanima, no le sacará el mismo rendimiento a su técnica.
  • Tienes un producto muy bueno técnicamente   pero no   inviertes suficiente energía en generar un clima de confianza con los clientes. Si eres el único, te compraran, pero si hay otro que ofrece las mismas soluciones y genera mayor clima de confianza y de relación con el cliente, le compraran a él.

 

Siempre nos hemos preocupado por el saber, por el conocimiento, te invitamos a que te “ocupes” en tu saber hacer y tu saber estar, te ayudará a encontrar mayor número de soluciones en un entorno socio laboral cada vez más exigente y cambiante, y en el que la diferencia la marcan los pequeños detalles.

Para mejorar tus habilidades y actitudes es importante reflexionar cuáles son innatos y cuáles puedes aprender. Todos tenemos una parte genética, pero la mayoría de habilidades y actitudes se pueden aprender y mejorar, teniendo en cuenta que precisamente la capacidad de aprendizaje, es una habilidad, el éxito pasa por la predisposición a salir de la zona de confort, entender un nuevo concepto, entrenarlo, ponerlo en práctica, mejorarlo, y no desanimarte.

Para rentabilizar tu conocimiento y experiencia no necesitas ser un gran especialista en cada habilidad y actitud, simplemente identifica las que consideres que te harán mejor en el desarrollo de tu profesión, e intenta trabajarlas para mejorarlas.

Recuerda que si a los conocimientos les sumamos las habilidades, tu capacidad y rendimiento incrementan, pero si a los conocimientos y habilidades les sumamos la actitud, se multiplicarán de forma exponencial.

  • salta pez